RESUMEN:
Así sea la nota de un párrafo, debe hacerse con todos los principios básicos, tener precisión, verificación de fuentes, objetividad, claridad al momento de exponer la información. El buen periodismo debe ser visto como una misión y un servicio público, como la obligación de hacer preguntas que otros no pueden hacer porque no se atreven, las que pongan en aviso a los poderosos, las que no den descanso a presidentes, gobernadores, sacerdotes o empresarios. Es decir no auto limitarse en la labor.
Pero la labor del periodista no sólo abarca la investigación
de la noticia, debe exponer los hechos de la manera más entendible para los
oyentes, por lo tanto la voz es una característica fundamental que garantiza la
credibilidad del hecho contado.
“Así pues, tan importante como el poseer una
voz grave fue conseguir un timbre resonante, con fuerza y personalidad,
brillante, es decir, armónico y agradable, y que se percibiera con claridad”.
La voz debe proporcionar la comprensión
de lo expuesto, dejando totalmente claro el mensaje. La voz requiere tanto de
intensidad como de alcance adecuado. Las palabras deben estar correctamente
dichas para evitar sílabas oscuras o confusas. El oyente debe quedar convencido
y seguro de todo lo que ha oído. (Los principales errores que debe evitar
todo locutor de informativos radiofónicos: un estudio práctico -Dra. Emma
Rodero Antón)
INTRODUCCIÓN
El buen periodismo intenta llegar a la verdad o, al menos, a una parte resaltante de ella. Busca todas las fuentes posibles, incluidas las que son complicadas o peligrosas de obtener. Verifica los hechos y hace juicios explícitos acerca de la veracidad de las corroboraciones. Una de sus formas más puras es la del testigo presencial de sucesos trascendentes. Después, el buen periodismo trata de relatar la historia, describiendo el panorama, mostrando pruebas, explicando y analizando, tan clara y vívidamente como sea posible, logrando que el producto sea accesible a ciudadanos que de otra forma ignorarían.
Un periodista y su equipo de trabajo deben reunir un ánimo tolerante
de preguntar para entender, no de interrogar para culpar ni para azuzar. Ese
periodismo es el que debemos ejercer e imitar, y apoyar desde las audiencias.
Muchas veces en su manera de preguntar, ya hay un motivo implícito o es una
forma de azuzar a los entrevistados entre sí, para iniciar una contienda. Uno
de los inconvenientes del periodismo radial es que tiene la preferencia de
investigar al aire y mientras va preguntando presenta paralelamente incriminación
o mínimamente va creando dudas en el oyente.
Existen otras características a tener en consideración en la
exposición del hecho noticioso como el tono de una voz agradable ni es alto, ni
muy bajo. Cuando el locutor expresa las ideas o lee un material lo ejerce con
lucidez, con naturalidad, libre de todo dogmatismo, agresividad, sin recalcar determinadas palabras que evidencia la cercanía
de una discusión y la línea acústica de sus frases culmina con frecuencia en
una inflexión grave que da la sensación que no admite réplica, tal práctica
aleja al interlocutor.
LA AUDIENCIA DEBE
ENTENDER AL PERIODISTA O EL PERIODISTA DEBE ENTENDER A LA AUDIENCIA
Debemos destacar la labor de esta valiente profesión pues la tarea que deben realizar es nada simple, para entregar elementos que sirvan al discernimiento de los acontecimientos diarios. Es entendible que en medio de una nación con tantas injusticias, donde el sistema judicial está tan atrofiado por la corrupción, algunos periodistas quieran a veces ejercer justicia. Por otro lado están los periodistas que prefieren no involucrarse en estos asuntos por el miedo a perder su trabajo, porque el medio para el que trabajan no admite la exposición del hecho.
“Pienso que los
periodistas no tienen disculpa para corromperse. Un periodista que percibe bajo
sueldo lo puede compensar vendiendo empanadas o puede conseguir otro sueldo
dando clases; pero no corromperse.” Pero estos son sólo pretextos, si el
problema es lo económico puede buscarse otro trabajo, si la remuneración es
menor al empleo anterior, pues el periodista debe ser creativo para conseguir
el monto que le falta de manera honrada. Ahora vivimos en un mundo globalizado,
por medio de un blog, o una red social se puede denunciar estas injusticias. (El periodista tiene que verificar y
verificar-Genaro Rodríguez Navarrete)
Porque fácil es seguir trabajando en un medio corrupto,
teniendo la seguridad de obtener un salario mientras se desinforma a la
sociedad y sólo se muestran noticias que no perjudican la imagen de la empresa
ni interfiere en sus ganancias.
La audiencia debe conocer los peligros a los que se
enfrentan los periodistas, se han registrado casos en los que periodistas han
sido víctimas de hechos inventados, desprestigiando su imagen porque hicieron público sucesos donde
autoridades (presidentes, ministros, congresistas, etc.) quedaban muy mal por
la corrupción cometida de su parte. También están los traumas que sufren a
consecuencia de ver tantos cadáveres, llegan a presenciar personas decapitadas,
totalmente desfiguradas, con órganos totalmente expuestos a causa de un
accidente de tránsito, balaceras, terrorismo entre otras causas alarmantes.
Esto se debe a que deben captar la imagen del suceso, pues se ha convertido en
algo “normal” las noticias de muertes, a diario somos testigos de la cuantiosa cantidad
de muertes presentes en las noticias.
“Es muy importante
contextualizar. Y puede ser una cuarta norma fundamental. Tiene que ver con que
las cosas no se pueden informar solas, las cosas sueltas, fuera de contexto...
es casi desinformar. “A su vez, el periodista debe entender la necesidad de
información que presenta la audiencia, por ello se debe contar el contexto de
un acontecimiento de una manera que el público lo viva, se involucre con el
hecho, capte el mensaje caso contrario la idea queda confusa y en vez de
informar, desinforma, causando daño no en una persona sino en toda una
sociedad. (El periodista tiene que
verificar y verificar-Genaro Rodríguez Navarrete)
Este modelo de práctica es muy rutilante y tiende a elevar
en categoría de estrellas a quienes lo ejecutan. Pero su empeño de sentenciar
no garantiza la imparcialidad. Es un periodismo con el riesgo constante de comportarse
como en un batallón de fusileros, que operan bajo la orden perentoria de
disparar en cada participación sin pensar que tanto ruido distorsiona el
entendimiento y puede dejar aniquilamientos.
En la ejecución de la noticia el locutor debe poseer una voz
que reúna un timbre cálido y agradable reflejando una conducta matizada, intelecto
despierto, una percepción sensorial aguda y un desarrollado sentido de la vida
social. La apatía intelectual, la indiferencia, la inhibición y las emociones contenidas
representan obstáculos en la comunicación radial o cualquiera sea el medio
informativo.
“No se trata sólo de
que el locutor posea unas extraordinarias cualidades vocales sino que, además,
debe acompañarlas de un adecuado conocimiento y manejo de su voz, aplicado al
tipo de mensaje que transmite”. Resulta complicado encontrarse a un profesional de la comunicación radial que su
voz trasmita tristeza o una odiosa
impresión de su personalidad. No hay que ser diestro para poder hablar
eficazmente pero es dicho que la forma del habla, trasmite el tipo de locutor que
se dirige a una audiencia. El oyente es susceptible al captar estados de
ánimos, errores en la locución, falta de conocimiento en el tema tratado por
parte del periodista. (Los principales
errores que debe evitar todo locutor de informativos radiofónicos: un estudio
práctico -Dra. Emma Rodero Antón)
CONCLUSIÓN
La labor periodística radial se frena en la explicación, en la contextualización, manifestando los diferentes puntos de vista; es aquel periodismo que intenta comprender de la mejor manera el tema tratado para exponer algún razonamiento en los ciudadanos. Un periodismo que mira al público no como un consumidor sino como un individuo despierto, avispado con la realidad, con discernimiento y apto de formar sus propios argumentos sin necesidad de exponer como testigo exponencial El alboroto provocado por personas que se sienten amenazados de muerte o corren peligro alguno
.
“La pronunciación más
agradable para la muestra resultó ser aquella que compaginó la naturalidad y la
fluidez con la corrección articulatoria”.
La voz del locutor y del periodista asciende la eficacia y simpatía a
través del enriquecimiento de las características individuales al momento de
expresarse. Una voz sincera, franca, abierta al diálogo es valorada por los
perceptores. No sólo por el sonido agradable que resulta al escuchar, sino
porque la noticia es percibida con seguridad y credibilidad por parte de los
oyentes. Palabras cortas, simples y bien dichas por un locutor, despiertan el
interés ciudadano por involucrarse con la realidad. (Los principales errores que debe evitar todo locutor de informativos
radiofónicos: un estudio práctico -Dra. Emma Rodero Antón)
Entrevista a Ruperto Arroyo Coico -Periodista de RPP (Chiclayo)
Entrevista a Ruperto Arroyo Coico -Periodista de RPP (Chiclayo)